Caminata nocturna (libre)

Me encogí de hombros ante su "Gracias", no era de las que solía hacer esas cosas, es más si fuera por mi lo dejaría sangrando, pero había algo en su rostro lleno de vitalidad que me daba la sensación de que tenía que cuidarlo, y eso se me era extraño.
- Me alegro- reí fríamente- No es fácil de encontrar mi compañía- bromeé.

Lo observé detenidamente cuando salimos del bosque. Me caía bastante bien.
- Siempre que quieras podrás encontrarme- sonreí de lado.
- En la biblioteca o en los Jardines, también puede que por el lago- le comenté los lugares que más visitaba.
- Por cierto- comencé a caminar de nuevo- ¿A qué año vas?

- ¿Septimo? ¿Último año? -levanté una ceja.
- Séptimo tambien -sonreí de lado.
- Nox- murmuré y mi varita se apagó, la guardé en el bolsillo de mi camperon. Lo miré mientras seguíamos caminando, ahora había más luz y podía distinguirlo mejor. Supe que varias veces había pasado por su lado en los últimos años pero jamás le había dirigido la palabra. Emma Pasquini hablaba solo con los que le hablaban a ella.

- Aprobecho cada año como si fuera el último- admití. Era la verdad, siempre tenía eso en mi cabeza de que podía llegar a ser mi último año de vida y me parecía patético no disfrutar las cosas que podía en el momento, aunque mi madre decía que esa actitud no era de una Slytherin, tenía mi lado sentimental y tranquilo detrás de toda la cama de frialdad e indiferencia.
Abrí los ojos como platos. ¿Había sacado una carta de mi pelo?
- ¿Mago? -levanté ambas cejas riendo y miré el manojo de cartas que tenía en sus manos.

Observé asombrada toda la magia que hacía, esa típica magia que los Muggles querían copiarnos. Desde muy chica amaba todos esos trucos, mi padre me los hacía antes de dormir generalmente, siempre me decía "Una rosa para la más hermosa".
Tomé la flor sonriendo.
- Muchas gracias -reí bajito.

Reí sorprendida.
- Mejor- acoté- El color verde es mi favorito.
- No por nada soy Serpiente- bromeé.
Lo miré de reojo sonriendo.

Abrí los ojos como platos cuando besó la comisura de mis labios.
-Oye, tu crees que puedes venir y besarme cuando se te antoje la gana? - no grité pero casi llego a eso y lo empujé suavemente del pecho.
No es que no me había gustado, ni tampoco que no esperaba eso pero... tampoco podía dejar que el pensara que me podía pasar por arriba siempre que se le diera la gana. Aunque.. no, aunque nada.

No pude evitar reírme a carcajadas, a pesar de lo absurdo de la situación.
- Dile a tus labios que los míos son prohibidos- bromeé.
A pesar de lo fría que me había querido hacer en la situación anterior no pude mantener mi estado de frialdad en esta puesto que no podía dejar de reír.
De todos modos creo que el mensaje de no soy cualquiera ya lo había entendido.

Sonreí mirándolo a los ojos.
- No te parece una buena justificación a prohibidos que sea de Slytherin? -levanté una ceja.
Lo mire como diciendo algo obvio. Había motivos, primero el era de Hufflepuff y segundo, no era de las fáciles, para nada, tenían que buscarme un par de veces. Reí al recordar todo lo que había hecho Ethan.

-Tengo en cuenta las casas- hice un movimiento con mi mano como dicieno "da igual."
- Yo sé que todo el colegio tiene como a las fáciles las de Slytherin -levanté una ceja- No esperes eso de mi- usé mi tono de mayor frialdad.
- No soy de las que todos pueden comer- dije metaforicamente- Simplemente, muy pocos pueden y verdaderamente tienen que llamar mi atención.

Sonreí.
-Me quedo en claro eso- admití.
Consulte la hora en mi reloj pulsera, debía apurarme a podía tener complicaciones.
-Emma, fue un placer conocerte e espero que las cosas se den mejor la próxima vez- amague a acercarme a su rostro para saludarla pero, creí mejor hacerlo con un movimiento de mano. Le sonreí y no tarde en echarme a correr hacia una dirección fija.

Reí al ver como se iba corriendo. No sabía donde quedaba la sala común de Hufflepuff por lo que no sabía cuanto tendría que correr. Mi camino a la sala común, desde donde estaba, era mucho más fácil. Bajar unas escaleras, caminar un par de pasillos y listo. Las mazmorras de Slytherin.
Caminé tranquila, sabía que no me iban a encontrar, nunca me encontraban.