Irresistible (Amelie Ayssën +18)

Otra vez en la sala común ¿Es que no había cosa más divertida que hacer? Me habia dado una vuelta por todo el castillo, fijándome en las chicas y en las posibles competencia, ninguno a mi altura, ninguno.
Me saqué la túnica cuando entre a la sala común y la dejé sobre un sofá haciendo un movimiento con mi varita para que el fuego de la chimenea se encendiera y fue en ese momento en que noté a una chica sentada en el sofá que estaba de lado a donde yo estaba.
Me quedé observándola por un momento, no la reconocí, nueva o simplemente una de esas que se convertían hermosas entre las vacaciones. Se trataba de una chica rubia, con unos ojos celestes como el cielo, unos labios carnosos, irresistibles.
Me mordí el labio inferior mirándola, ella podía ser mi próxima conquista.
- Hola -murmuré rompiendo el silencio en la sala común.

Estaba absorta en mis pensamientos,sin la tùnica del colegio ,sentada sobre un sofà con mi mentòn apoyado sobre mi mano derecha.
Alguien entrò sin previo aviso,pero no me percatè de quien era ya que lo ignorè completamente. Encendiò el fuego y luego de unos minutos me hablò,cortando cada hilo cuidadosamente pensado.
Levantè mi mirada y observè a un muchacho,bonito dentro de todo.
-Hola -susurrè bajando la vista nuevamente.

Apoyé mis brazos en el respaldo del sofá en donde había dejado y la observé un poco más para luego dirigir mi mirada hacía el fuego.
- Me gustaría saber tu nombre- admití sin quitar la mirada del fuego. Por ser una de Slytherin debería cuidar mucho más mis actos y palabras. Las de mi casa siempre eran más frías y detallistas que las de otras casas, y por eso mismo me atraían tanto. Más si eran tan bonitas como esta.

Apoyò sus brazos sobre el respaldo del sofà y sentì su mirada sobre mì,la cual dirigiò nuevamente hacia el fuego e hizo una acotaciòn.
-Ameliè -musitè entre mis labios carnosos,esperando un momento.
-¿El tuyo? -hablè en tono bajo,no me gustaba hacer demaciado revuelo para hablar,era estùpido hacerlo.
Me acomodè con delicadeza sobre el sofà,sin levantar mi mirada,dejandola clavada sobre el fuego,al igual que èl.

Sonreí ante su respuesta. Amelié, bonito nombre, delicado y superficial.
- Ethan -respondí dirigiendo mi mirada hacia su persona, ella estaba mirando el fuego, concentrada y pude apreciar su perfil. La verdad es que los Slytherin eramos muy afortunados, las más hermosas estaban con nosotros.
- ¿Alguna vez nos cruzamos por aquí? -me quedé mirándola, esperando que me mirara.

Volvì a sentir su mirada sobre mì y no pude evitarlo. Corrì la mirada y lo observè con detenimiento. Ethan.
-Nunca.. Ni por aquì ni por ningun lado,que yo recuerde -lo mirè por unos segundos màs y volvì a dirigir mi mirada al fuego.
Rarìsimo que yo hablara con alguien de ese modo. Es màs,ni con mi madre hablaba asì,ya que sòlo hacia preguntas estupidas y yo debìa responder con un simple "No" o talves un "Si" o simplemente quedarme callada.

Cerrè los ojos y dejè que me mirara,apoyando la cabeza contra el respaldar de mi sofà. Me sentìa tan.. ¿tìmida? No,no era la palabra correcta. Era algo diferente.. Frìa,eso. Frìa,por completo.
Me quedè callada,no deseaba hablar. Casi nunca lo harìa y no comenzarìa a hacerlo en ese momento,si èl deseaba conocer algo màs de mì,que lo hiciera,que preguntara lo que deseara,aunque claro.. Siempre habrìa un lìmite,el cual se lo pondrìa en el momento en que las preguntas fueran excesivas.. Aunque,quien sabe. Talves se quedara callado y luego de tanto aburrimiento se levantarìa y se irìa a su habitaciòn o saldrìa nuevamente de la Sala Comun.

Reí para mi mismo luego de que paso unos cuantos minutos en el puro silencio. No había hablado y eso me confirmaba mis sospechas, era más fría que cualquier otra con la que hubiera estado.
- ¿Te gusta la soledad?
Era una pregunta fundamental, si le gustaba la soledad más difícil seria acercarme a ella. A cualquiera le podría gustar la soledad, inclusive a mi me gustaba pero no en exceso.

-Nadie se preocupa por mi soledad,asique yo tampoco lo hago -susurrè y abrì los ojos arqueando ambas cejas.
-No me preocupo lo suficiente -juguè con mi cabello,miràndolo fijamente.
¿Verdaderamente le interesaba? Nunca me habìa topado de veras con alguien mujeriego.. Pero èl tenìa toda la pinta..
Desviè el curso de mis pensamientos,al igual que mi mirada,posàndola sobre el fuego como tantas veces lo habìa hecho ya hasta ese momento.

-Ese "no me preocupo lo suficiente" significa me da igual -reí mirándola.
Sabía que cuando una chica era fría calculaba sus palabras, le ponía punto final a las conversaciones lo cual se me hacía más difícil de seguir, pero jamás me rendía, justamente yo no.
- ¿Tienes ganas de conversar o te dejo en paz?

-Averr.. -suspirè y despeinè mi cabello poniendome de pie y acercandome a èl.
-¿De verdad.. te interesa mi soledad? -lo mirè fijamente agachandome al frente de èl y acercando mi rostro al suyo.
Estaba disfrutando de eso.. Seguro. Era divertido. Reì con malicia en mi interior.

Me sorprendió lo que hizo a continuación. Levanté ambas cejas mirándola fijamente.
- Por algo pregunto ¿No te parece? -contesté a su pregunta un poco burlón despegando mi espalda del sofá para acercar mi rostro al de ella. Jugaría con su misma moneda. La miré a los ojos sonriendo seductoramente.

-¿Què haras ante mi soledad? -reì sarcàstica y me levantè paseando alrededor de su butaca.
-No hay nada que puedas hacer contra eso -susurrè en su oìdo para luego morder el lobulo de su oreja y dirigirme nuevamente a mi sofà,con una sonrisa traviesa en mi rostro.
Al sentarme en el sofà ,la sonrisa se borrò para mostrar un semblante frìo y completamente serio.

La seguí con la mirada y sonreí de lado cuando susurró en mi oído para luego morder el lóbulo de este. La miré mientras volvia a su lugar y levanté una ceja. Ya me había provocado lo suficiente.
- ¿Nada? -pregunté levantándome de mi lugar- Yo creo que hay mucho que puedo hacer.
Me arrodillé al costado del sofá en el que ella estaba sentada acercando mi rostro al de ella.
- Claro, si me lo permites- murmuré cerca de su cuello.

Se levantò y reì irònica ante lo que dijo. Se arrodillò al costado del sofà en el que me encontraba acercando su rostro al mìo. Sentì su respiracion sobre mi cuello y lo unico que pude hacer es sonreìr con suficiencia.
-Demuestrame lo que eres capaz de hacer y hasta donde puedes llegar ,Ethan -murmurè con voz apasiguada,sin que mi voz pareciera nerviosa. Al contrario,no lo estaba,estaba completamente tranquila.

Sus palabras me dieron a entender que ella quería que yo haga algo y ya con eso me daba paso libre a ella por completo. Por lo menos hasta que me parara y me separara, lo cual dudaba que hiciera.
Besé su cuello seductoramente, haciendo un camino de besos hasta su oreja.
- ¿Segura quieres ver hasta donde pueda llegar?

Besò mi cuello de manera que yo me sorprendiera. El contacto con otra persona era casi.. neutro,con nadie tenìa contacto y ahora comenzaba. Reì en mi interior cuando hizo un camino de besos hasta mi oreja.
-Estoy completamente segura, a no ser que te arrepientas -murmurè bajo posando mis manos con delicadeza sobre su nuca.

-Jamás me arrepentiría.
Besé sus labios con delicadeza para que ella se adaptara a los míos. Sus labios, carnosos, eran irresistibles, el contacto de los nuestros fue como entrar en una montaña rusa de sensaciones, simplemente perfecto.
Mis manos las llevé a su cuello, acariciando su piel mientras mis labios hacían lo suyo con sus labios.

De una forma repentina sentì sus labios sobre los mìos,no de manera brusca, sino de manera delicada y completamente dulce. En sòlo cuestion de segundos logrè adaptarme a sus labios mientras èl llevaba sus manos a mi cuello acariciando mi piel.
Talves fuera algo.. o talves demaciado frìa,pero aveces eso no se notaba del todo.
Enredè mis dedos en su cabello,haciendo el beso màs duradero y profundo,recorriendo cada rincòn de su humeda,amarga & dulce boca.

En un ràpido movimiento hizo que me pusiera de pie. Irònico. Sus brazos rodearon mi cintura y me apegaron a su cuerpo. No hubo otra manera de desprenderme de èl,era inevitable.
Enredè mis brazos alrededor de su cuello,poniendome en puntas de pie para llegar mejor a sus labios,jugando con su cabello y su lengua ,evitando que se despegara de mi. Aunque despues de unos segundos o minutos nos quedariamos sin aire.. y deberìamos separarnos. Reì en mi interior sin cortar el beso.

Dejò de besarme jadeante,al igual que yo. Era fàcil el perder el aire en tan poco tiempo,y justamente de esa forma no me molestaba.
Respirè con profundidad y abrì los ojos como platos cuando pasò la punta de su lengua por mi cuello.
Me estremecì con suavidad y cerrè los ojos disfrutando de lo que hacìa,dejando que mi mano recorriera su pecho por arriba de su camisa hasta llegar a su cintura y volviendo a recorrer el mismo camino hacia arriba jugando con el cuello de su camisa.